Martin Lutero concebía al hombre como un pecador, como consecuencia del pecado original y planteaba que el perdon de los pecados no se conseguia con indulgencias, caridad, ayuno, y la mortificacion del cuerpo, sino solo por medio de la fe en Dios.

Afirmaba que las personas podían conocer los mensajes de la biblia personalmente y asi todos los creyentes serían Iglesia, sin necesidad de que curas, el Papa y las imágenes de santos estuvieran intercediendo por las personas. En relación al culto solo admitía el canto de los salmos en comunidad con lengua nacional, y en cuanto a los sacramentos consideraba que debía conservarse el Bautismo y la comunión